- Una lata de pintura de cada color que elijas
- Varillas para mezclar pintura
- 1 rodillo grande y bandeja
- 1 rodillo pequeño y bandeja
- Cinta métrica
- Lápiz
- Tijeras
- Cuerda
- Llaves
- Tiza
- Cinta de carrocero
- Nivel
Paso 1: Pinta un color base
Aplica primero tu color de fondo, mediante un rodillo para cubrir una gran superficie. Deja secar (el tiempo necesario siguiendo las indicaciones de la pintura).
Paso 2: Mide y marca las rayas verticales
Calcula el ancho que deseas que tengan los cuadros y las rayas verticales, a continuación, mide y marca las secciones en la parte superior de la pared, asegurándote de que queden espaciadas uniformemente.
Paso 3: Usa una cuerda marcada con tiza para hacer una guía
Corta un trozo de cuerda largo y, con cinta de carrocero, pega un extremo a la primera marca a la altura del techo. Ata llaves al otro extremo para que actúen como peso, de modo que la cuerda cuelgue verticalmente. Cubre la cuerda con tiza y pégala contra la pared para crear una línea guía de tiza. Repite el procedimiento para las otras líneas verticales.